Ciudades Fantasma de la Ruta 66: Ecos de Desastres Económicos y Culturales
¡Bienvenidos a Ciudades Olvidadas, el lugar donde la exploración cobra vida! Prepárate para adentrarte en un mundo de misterio y desolación, mientras descubrimos juntos los secretos ocultos de las ciudades fantasma y lugares abandonados. En nuestro artículo principal "Ciudades Fantasma de la Ruta 66: Ecos de Desastres Económicos y Culturales", te sumergirás en la historia y el misterio que rodea a estas fascinantes localidades. ¿Estás listo para emprender este viaje inolvidable? ¡Adelante, la aventura te espera!
Introducción
Exploraremos las fascinantes ciudades fantasma de la Ruta 66, sus misteriosos atractivos y su profunda relevancia histórica.
Explorando las ciudades fantasma de la Ruta 66
La Ruta 66 ha sido testigo de innumerables historias a lo largo de los años, desde su apogeo como una importante arteria de transporte en los Estados Unidos hasta su declive y abandono tras la construcción de las modernas autopistas interestatales. A lo largo de esta ruta, se pueden encontrar ciudades que una vez fueron prósperos centros de actividad, pero que hoy yacen desoladas y envueltas en un aire de misterio y nostalgia.
Explorar estas ciudades fantasma es sumergirse en un viaje en el tiempo, donde cada edificio abandonado y cada calle vacía cuentan una historia silenciosa sobre el pasado. Los visitantes pueden experimentar la sensación de estar en un mundo olvidado, donde el pasado y el presente se entrelazan de manera única.
Desde las ruinas de antiguos moteles y estaciones de servicio hasta los restos de negocios y hogares, cada ciudad fantasma de la Ruta 66 ofrece una mirada intrigante a un pasado que una vez estuvo lleno de vida y actividad.
El atractivo de los lugares abandonados
El atractivo de los lugares abandonados, como las ciudades fantasma de la Ruta 66, radica en su aura de misterio y en la sensación de explorar lo desconocido. Estos sitios desolados despiertan la curiosidad de los viajeros y exploradores, atrayéndolos con la promesa de descubrir historias olvidadas y experiencias únicas.
Además, la estética única de la decadencia y el abandono genera un atractivo visual y artístico que atrae a fotógrafos, artistas y amantes de la historia por igual. Capturar la belleza melancólica de estos lugares a través de la fotografía o la pintura se ha convertido en una forma de preservar su memoria y su importancia histórica.
La sensación de lo inexplorado y lo olvidado, combinada con la oportunidad de presenciar la naturaleza reclamando su espacio en estos entornos abandonados, crea un atractivo único que sigue atrayendo a viajeros de todo el mundo.
Historia y relevancia de las ciudades fantasma
Las ciudades fantasma a lo largo de la Ruta 66 son testigos silenciosos de los desastres económicos y culturales que llevaron a su abandono. Muchas de estas localidades surgieron durante el auge de la Ruta 66 en las décadas de 1920 y 1930, prosperando gracias al flujo constante de viajeros y comerciantes que recorrían la carretera.
Sin embargo, con la llegada de las autopistas interestatales, el auge de la Ruta 66 llegó a su fin, lo que llevó al declive y eventual abandono de numerosas ciudades a lo largo de su recorrido. Este cambio en la infraestructura de transporte, junto con otros factores económicos y sociales, contribuyó al colapso de estas comunidades, dejando tras de sí un legado de ruinas y recuerdos.
La relevancia de estas ciudades fantasma radica en su capacidad para contar la historia de una época pasada y para recordarnos la fragilidad de la prosperidad humana. Explorar estas localidades abandonadas nos ofrece la oportunidad de reflexionar sobre la interconexión entre la economía, la cultura y el paisaje, y nos invita a considerar las lecciones que podemos aprender de su desaparición.
Ruta 66: Origen y recorrido
Historia de la Ruta 66
La Ruta 66, también conocida como la "Carretera Madre", fue una de las carreteras más emblemáticas de Estados Unidos, extendiéndose desde Chicago, Illinois, hasta Santa Mónica, California. Esta ruta, establecida en 1926, se convirtió en un símbolo de esperanza y oportunidad durante la Gran Depresión, al brindar a los desempleados la posibilidad de buscar trabajo en el oeste del país.
Con el tiempo, la Ruta 66 se convirtió en un ícono cultural, inmortalizada en canciones, películas y programas de televisión. Sin embargo, la construcción de la red de autopistas interestatales en la década de 1950 condujo al declive de la Ruta 66, ya que muchos viajeros optaron por las nuevas autopistas más rápidas y directas.
A pesar de su desaparición oficial en 1985, la Ruta 66 sigue siendo un destino popular para viajeros y entusiastas de la historia que buscan experimentar la nostalgia de la carretera y explorar las ciudades fantasma y los lugares abandonados a lo largo de su recorrido.
Tramos destacados de la Ruta 66
La Ruta 66 atravesaba una variedad de paisajes y comunidades, desde las llanuras de Illinois y Oklahoma hasta los desiertos de Arizona y California. Algunos tramos destacados incluyen el tramo de Kansas, conocido por su paisaje ondulado y sus pueblos pintorescos, y el tramo de Nuevo México, famoso por sus mesas de piedra arenisca y cañones escarpados.
En cada tramo, se pueden encontrar reliquias de la época dorada de la Ruta 66, como moteles de estilo retro, estaciones de servicio abandonadas y letreros de neón descoloridos. Estos vestigios históricos ofrecen una visión fascinante de la vida a lo largo de la Ruta 66 en su apogeo, así como la oportunidad de explorar ciudades fantasma y sitios abandonados que una vez prosperaron gracias al flujo constante de viajeros.
Además, existen tramos emblemáticos, como la curva en "Ocho" de la Ruta 66 en Texas, que se ha convertido en un punto de referencia icónico y una parada obligatoria para los entusiastas de esta histórica carretera.
Importancia cultural y económica de la Ruta 66
La Ruta 66 desempeñó un papel crucial en el desarrollo económico y cultural de las regiones que atravesaba. Con su apertura, la carretera brindó oportunidades económicas a las comunidades a lo largo de su recorrido, alentando el crecimiento de negocios locales, hoteles, restaurantes y estaciones de servicio que atendían a los viajeros.
Además, la Ruta 66 sirvió como un conducto para la difusión de la música, la comida y la cultura estadounidense, ya que los viajeros llevaban consigo sus tradiciones y costumbres a lo largo de la carretera. Esta influencia cultural perdura hasta el día de hoy, con festivales y eventos que celebran la herencia de la Ruta 66 y su impacto en la identidad estadounidense.
A pesar de su desaparición como ruta oficial, la Ruta 66 continúa siendo un símbolo de aventura, libertad y descubrimiento, atrayendo a viajeros de todo el mundo que desean explorar su legado histórico y descubrir las ciudades fantasma y los tesoros olvidados que yacen a lo largo de su camino.
Impacto del declive de la Ruta 66 en las ciudades
El declive de la Ruta 66 tuvo un impacto significativo en las ciudades a lo largo de su recorrido. Esta histórica carretera, que alguna vez fue la principal ruta de viaje hacia el oeste, experimentó un declive económico y cultural que dejó a su paso una estela de ciudades fantasma y lugares abandonados. La disminución del tráfico en la Ruta 66 debido a la construcción de autopistas interestatales contribuyó en gran medida a la decadencia de las comunidades a lo largo de su trayecto.
La caída de la Ruta 66 provocó un colapso económico en muchas de las ciudades que dependían del turismo y el comercio generado por la carretera. Los negocios a lo largo de la Ruta 66 cerraron sus puertas, dejando a su paso edificios abandonados y calles desoladas. La disminución de la actividad económica impactó negativamente en la calidad de vida de los habitantes de estas ciudades, generando altos niveles de desempleo y pobreza.
Además del impacto económico, el declive de la Ruta 66 también tuvo consecuencias culturales. Muchas de las ciudades a lo largo de la ruta perdieron parte de su identidad y patrimonio cultural a medida que las personas y las empresas se alejaban en busca de nuevas oportunidades. El abandono de edificios históricos y la pérdida de tradiciones locales contribuyeron a la sensación de desolación y melancolía que caracteriza a estas ciudades fantasma en la actualidad.
Ciudades fantasma de la Ruta 66
La Ruta 66, conocida como la "carretera madre" de Estados Unidos, alberga una gran cantidad de ciudades fantasma a lo largo de su extensión. Estos lugares, que alguna vez fueron prósperas comunidades a lo largo de la famosa carretera, ahora yacen abandonados, testigos silenciosos de desastres económicos y culturales que marcaron su destino.
Lugares emblemáticos abandonados
Entre las ciudades abandonadas más emblemáticas a lo largo de la Ruta 66 se encuentra la ciudad de Glenrio, ubicada en la frontera entre Texas y Nuevo México. Esta próspera ciudad sufrió un declive económico tras la reubicación de la Ruta 66, lo que llevó al cierre de negocios y al abandono de viviendas. Actualmente, sus edificaciones desgastadas y los restos de estaciones de servicio dan testimonio de su pasado vibrante.
Otro lugar destacado es la ciudad de Oatman, en Arizona, que experimentó un auge durante la fiebre del oro en la década de 1920. Sin embargo, tras el agotamiento de las minas, la ciudad quedó desierta, dejando atrás edificios históricos y un ambiente que transporta a sus visitantes a la época de la conquista del oeste.
Por último, Amboy, en California, es conocida por albergar el famoso motel Roy's, un ícono de la Ruta 66. A pesar de los esfuerzos por revitalizar la zona, gran parte de la ciudad permanece abandonada, con estructuras que evocan la era dorada de los viajes por carretera en Estados Unidos.
Historias y leyendas de las ciudades fantasma
Las ciudades fantasma de la Ruta 66 están envueltas en historias y leyendas que añaden un aire de misterio a su abandono. Se dice que en Glenrio, los espíritus de antiguos viajeros de la Ruta 66 deambulan entre los edificios abandonados, mientras que en Oatman, se cuentan historias de apariciones fantasmales de mineros en busca de fortuna.
Además, Amboy ha sido escenario de numerosos relatos sobre avistamientos de luces extrañas y fenómenos inexplicables, lo que ha contribuido a forjar su reputación como un lugar de misterio y actividad paranormal.
Estas historias han capturado la imaginación de viajeros y entusiastas de lo paranormal, convirtiendo a las ciudades fantasma de la Ruta 66 en destinos turísticos únicos por su combinación de historia, desolación y folclore.
Vida cotidiana en las ciudades abandonadas
A pesar de su abandono, algunas de estas ciudades fantasma aún albergan vestigios de la vida cotidiana de sus antiguos habitantes. En Oatman, por ejemplo, es posible encontrar objetos personales y herramientas de la época de la fiebre del oro, que yacen olvidados entre las ruinas de la ciudad.
En Glenrio, los restos de casas y comercios revelan detalles de la vida diaria de sus residentes, desde letreros oxidados hasta muebles abandonados, ofreciendo una mirada nostálgica al pasado de la ciudad.
Estos vestigios de la vida cotidiana en las ciudades abandonadas sirven como recordatorio de los tiempos de prosperidad y actividad que alguna vez caracterizaron a estos lugares a lo largo de la Ruta 66.
Transformaciones actuales en las ciudades fantasma
Las ciudades fantasma a lo largo de la Ruta 66 han experimentado transformaciones significativas en las últimas décadas. Con el auge del turismo de exploración y el interés en la historia local, algunas de estas ciudades abandonadas han encontrado una nueva vida. Muchas de las estructuras abandonadas han sido restauradas y convertidas en museos, tiendas de antigüedades o atracciones turísticas. Este renacimiento ha permitido que las ciudades fantasma preserven su patrimonio cultural y atraigan visitantes de todo el mundo.
Además, algunas de estas antiguas ciudades han sido escenario de producciones cinematográficas y comerciales, lo que ha contribuido a su revitalización. Esta atención mediática ha llevado a un renovado interés en la preservación de estos sitios históricos, y a menudo se han establecido programas de conservación para proteger los edificios y estructuras restantes. A medida que estas ciudades fantasma se convierten en destinos turísticos populares, se ha observado un aumento en la inversión en infraestructura y servicios para atender a los visitantes, lo que a su vez ha generado oportunidades económicas para las comunidades locales.
Por otro lado, algunas ciudades fantasma siguen enfrentando desafíos en su transformación. La falta de recursos y el deterioro de las estructuras históricas representan obstáculos significativos para su revitalización. Sin embargo, organizaciones sin fines de lucro, entusiastas de la historia y grupos comunitarios continúan trabajando arduamente para preservar estas ciudades y promover su importancia cultural. A pesar de los desafíos, las transformaciones actuales en las ciudades fantasma de la Ruta 66 reflejan un renovado interés en su historia y un esfuerzo por mantener viva su herencia única.
Desastres económicos y culturales
Factores que llevaron al abandono de las ciudades
Las ciudades fantasma a lo largo de la Ruta 66 son un recordatorio tangible de los desastres económicos y culturales que han afectado a muchas comunidades a lo largo de la historia. El abandono de estas ciudades se debió a una combinación de factores, que incluyen la construcción de nuevas carreteras que desviaron el tráfico, la desaparición de industrias clave, y cambios en las tendencias de viaje y estilo de vida de la población.
La construcción de la red de autopistas interestatales en la década de 1950 llevó a que el tráfico de la Ruta 66 disminuyera considerablemente, lo que afectó directamente a las comunidades a lo largo de su recorrido. Además, el cierre de empresas y la reubicación de industrias contribuyeron al éxodo de residentes en búsqueda de oportunidades laborales en otros lugares. Estos factores, combinados con el declive económico, llevaron al abandono progresivo de estas ciudades a lo largo de la Ruta 66.
En consecuencia, muchas de estas ciudades quedaron atrapadas en el tiempo, con edificios abandonados y calles desiertas que atestiguan un pasado próspero que se desvaneció lentamente en el olvido.
Impacto en la economía local y regional
El abandono de estas ciudades tuvo un impacto devastador en la economía local y regional. Las comunidades a lo largo de la Ruta 66 dependían en gran medida del flujo de turistas y viajeros que recorrían la famosa carretera. El declive en el turismo y la disminución de la actividad económica llevaron al cierre de negocios, hoteles y restaurantes, lo que a su vez provocó un aumento del desempleo y una reducción drástica de los ingresos locales.
Además, la disminución de la población y la actividad económica también impactó en los servicios públicos y la infraestructura, lo que generó un círculo vicioso de deterioro en la calidad de vida de los pocos residentes que permanecieron en estas ciudades.
El abandono de estas ciudades no solo representó la pérdida de un modo de vida, sino también la desaparición de una parte importante de la historia y la identidad cultural de la región.
Pérdida de patrimonio cultural en las ciudades fantasma
Las ciudades fantasma a lo largo de la Ruta 66 son testigos silenciosos de la pérdida de un rico patrimonio cultural. Los edificios abandonados, las tiendas cerradas y los letreros oxidados son vestigios de una época pasada que sigue fascinando a los visitantes y estudiosos de la historia.
El abandono de estas ciudades ha resultado en la pérdida de estructuras arquitectónicas significativas, así como en la desaparición de tradiciones, costumbres y formas de vida que alguna vez florecieron en la región. A medida que el tiempo y la naturaleza reclaman estos lugares abandonados, es importante reconocer la importancia de preservar y documentar este patrimonio cultural para las generaciones futuras.
La preservación de estas ciudades fantasma no solo representa un esfuerzo por mantener viva la memoria de un pasado perdido, sino también una oportunidad para comprender y reflexionar sobre los desafíos que enfrentan las comunidades en tiempos de cambio económico y cultural.
La desaparición de comunidades a lo largo de la Ruta 66 ha tenido un impacto significativo en el entramado social de la región. Estas ciudades fantasma solían albergar a familias enteras, cuyas vidas giraban en torno a la industria y la actividad económica de la zona. Con la desaparición de estas comunidades, se ha perdido no solo un lugar físico, sino también un sentido de identidad y pertenencia para aquellos que alguna vez llamaron a estos lugares su hogar.
La migración forzada y el abandono de hogares y negocios han dejado cicatrices emocionales en las personas que tuvieron que dejar atrás todo lo que conocían. La pérdida de empleo y la falta de oportunidades en estas áreas han llevado a la dispersión de poblaciones que, en muchos casos, habían vivido en estos lugares durante generaciones. La desaparición de estas comunidades ha tenido un impacto duradero en la cohesión social y en la forma en que las personas se relacionan con su entorno.
Además, la desaparición de estas comunidades ha dado lugar a una sensación de nostalgia y pérdida entre aquellos que alguna vez visitaron estas ciudades prósperas. La memoria de lo que una vez fue, combinada con la visión de edificios abandonados y calles vacías, ha llevado a un renovado interés en preservar la historia y el legado de estas comunidades, lo que ha dado lugar a esfuerzos de conservación y documentación de la historia de la Ruta 66 y sus ciudades fantasma.
Exploración y preservación
La Ruta 66 es conocida por ser un icono de la cultura estadounidense y por albergar numerosas ciudades fantasma a lo largo de su extensión. Estas ciudades, que alguna vez fueron prósperos centros de actividad económica y social, ahora yacen en ruinas, ofreciendo un vistazo al pasado y a la historia de la región. El turismo en estas ciudades fantasma ha ido en aumento en los últimos años, ya que cada vez más personas buscan explorar estos lugares abandonados y aprender sobre su historia.
Los visitantes de las ciudades fantasma a lo largo de la Ruta 66 tienen la oportunidad de sumergirse en un mundo olvidado, donde edificios abandonados, calles desiertas y la naturaleza reclamando su espacio se combinan para crear un paisaje fascinante y a la vez melancólico. Esta experiencia única atrae a fotógrafos, historiadores, y curiosos por igual, todos interesados en descubrir los secretos que estas ciudades abandonadas guardan.
El turismo en las ciudades fantasma no solo ofrece la oportunidad de explorar el pasado, sino que también plantea desafíos en términos de preservación y revitalización. Si bien es emocionante visitar estos lugares, es crucial abordar la conservación de las estructuras y la historia que representan para las generaciones futuras.
Proyectos de preservación y revitalización
Ante el creciente interés en las ciudades fantasma de la Ruta 66, han surgido proyectos de preservación y revitalización con el objetivo de conservar estas áreas históricas y atraer a turistas de manera sostenible. Estos proyectos buscan equilibrar la conservación de la autenticidad y el valor histórico de las ciudades fantasma con las necesidades del turismo y el desarrollo local.
Las iniciativas de preservación van desde la restauración de edificios icónicos hasta la creación de museos y centros de interpretación que documentan la historia de estas ciudades. Además, se promueve el turismo responsable, que fomente un mayor entendimiento y aprecio por estos lugares, al tiempo que se minimiza el impacto negativo en el entorno.
La revitalización de las ciudades fantasma no solo tiene como objetivo atraer visitantes, sino también generar oportunidades económicas para las comunidades locales. A través del turismo cultural y la promoción de actividades como festivales, mercados de artesanías y eventos históricos, se busca impulsar el desarrollo sostenible en estas áreas históricas, brindando beneficios a la vez que se conserva su patrimonio.
Desafíos de la conservación de ciudades abandonadas
A pesar de los esfuerzos de preservación y revitalización, la conservación de ciudades abandonadas presenta desafíos significativos. La infraestructura deteriorada, la falta de financiamiento, y la necesidad de equilibrar la autenticidad histórica con las demandas del turismo son solo algunas de las dificultades a las que se enfrentan quienes buscan conservar estas áreas.
Además, la preservación de ciudades fantasma va más allá de la mera conservación de edificios; también implica la protección y gestión de los recursos naturales circundantes, así como la documentación y difusión de la historia y la cultura asociadas a estos lugares. En este sentido, es crucial involucrar a las comunidades locales, a expertos en preservación histórica y a autoridades gubernamentales para garantizar un enfoque integral y sostenible en la conservación de las ciudades abandonadas a lo largo de la Ruta 66.
La preservación de las ciudades fantasma es un desafío continuo, pero es fundamental para mantener viva la historia y la herencia cultural de estas áreas, permitiendo que las generaciones actuales y futuras aprecien y aprendan de los ecos del pasado que resuenan en estas ciudades abandonadas.
Ética y responsabilidad al visitar ciudades fantasma
Al visitar ciudades fantasma, es crucial mantener una actitud respetuosa y ética hacia estos lugares históricos. Aunque puedan parecer abandonados, muchos de estos sitios siguen siendo importantes para las comunidades locales y para la preservación de la historia. Es fundamental recordar que al explorar estas ciudades, se está ingresando a un espacio que alguna vez fue habitado y que aún puede ser significativo para algunas personas.
Es esencial actuar con responsabilidad al visitar estas localidades, evitando causar daños o perturbar el entorno. Esto implica no llevarse objetos de valor histórico, no realizar grafitis, y respetar las señales y restricciones establecidas. Además, es importante estar consciente de la fragilidad de las estructuras abandonadas y actuar con precaución para evitar accidentes o daños innecesarios.
La ética al visitar ciudades fantasma también incluye el respeto a la privacidad de las personas que alguna vez vivieron en esos lugares. Evitar la difusión de información personal que pueda encontrarse en documentos o fotografías que se encuentren en el lugar, es una forma de mostrar consideración hacia quienes hicieron de esa ciudad su hogar en el pasado.
Conclusiones
La Ruta 66, conocida como la "carretera madre" de Estados Unidos, alberga un legado de ciudades fantasma que sirven como testigos silenciosos de desastres económicos y culturales que marcaron su historia. Estas ciudades, alguna vez prósperas y bulliciosas, quedaron abandonadas debido a cambios en la economía y la sociedad, dejando atrás un legado de desolación y melancolía.
El impacto cultural y turístico de estas ciudades fantasma en la actualidad es innegable. A pesar de su abandono, estas localidades atraen a viajeros y curiosos que buscan sumergirse en la historia y el misterio que las rodea. El auge del turismo de exploración ha llevado a un renovado interés en estas ciudades, lo que ha generado oportunidades económicas para las comunidades circundantes.
En cuanto a las perspectivas futuras de las ciudades abandonadas, es evidente que seguirán siendo un foco de interés para los entusiastas de la historia, los exploradores urbanos y los viajeros inquisitivos. Sin embargo, es crucial abordar la conservación y preservación de estos sitios para garantizar que continúen siendo accesibles para las generaciones futuras, manteniendo viva su importancia cultural e histórica.
Preguntas frecuentes
1. ¿Qué es la Ruta 66?
La Ruta 66 es una histórica carretera que atraviesa varios estados de Estados Unidos, conocida por su importancia en la migración hacia el oeste durante la Gran Depresión.
2. ¿Qué son las ciudades fantasma?
Las ciudades fantasma son asentamientos urbanos que han sido abandonados, generalmente debido a desastres económicos, culturales o naturales.
3. ¿Cuál es la importancia de la Ruta 66 en relación a las ciudades fantasma?
La Ruta 66 ha sido testigo del surgimiento y declive de numerosas comunidades, muchas de las cuales se han convertido en ciudades fantasma debido al cambio de rutas y la evolución económica.
4. ¿Dónde se pueden encontrar ciudades fantasma a lo largo de la Ruta 66?
Las ciudades fantasma asociadas con la Ruta 66 se encuentran principalmente en los estados del oeste de Estados Unidos, como Arizona, Nuevo México y California.
5. ¿Qué atractivos turísticos ofrecen las ciudades fantasma de la Ruta 66?
Las ciudades fantasma a lo largo de la Ruta 66 ofrecen a los visitantes la oportunidad de explorar la historia, la arquitectura y las historias fascinantes de estos antiguos asentamientos.
Reflexión final: El legado de las ciudades fantasma en la Ruta 66
Las ciudades fantasma de la Ruta 66 son más que meros vestigios del pasado; son un recordatorio impactante de cómo los desastres económicos y culturales pueden dejar una huella perdurable en la historia.
La presencia silenciosa de estas ciudades abandonadas nos invita a reflexionar sobre la fragilidad de la prosperidad y la importancia de preservar la memoria colectiva. Como dijo John Steinbeck: Una cosa que aprendí es que el futuro debe ser conquistado cada día.
En un mundo en constante cambio, es crucial reconocer que el pasado tiene mucho que enseñarnos. Cada edificación desmoronada y calle desierta nos desafía a valorar el presente y a forjar un futuro más resiliente, recordando siempre que nuestras acciones tienen el poder de moldear la historia venidera.
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Esperamos que hayas disfrutado de este fascinante viaje a través de las ciudades fantasma de la Ruta 66 y que te hayas sentido inspirado por las historias detrás de estos desastres económicos y culturales. Comparte este artículo en redes sociales para que más personas puedan descubrir la fascinante historia de estas ciudades olvidadas. ¿Tienes alguna idea para futuros artículos? ¡Nos encantaría escuchar tus sugerencias y experiencias relacionadas con ciudades abandonadas!
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